La noche de bodas

En un pueblo si iba a efectuar la boda de Melesio y Hortensia, ambos estaban muy contentos por sus nupcias y a la vez temerosos por la noche de bodas. Por un lado a Melesio le olían los pies mientras que a hortensia la boca, por lo que fueron a pedir consejos de sus respectivos abuelos.

Primero llegó Melesio con su abuelo y le dijo:

- Mira Melesio, cundo te estés quitando la ropa, te dejas puestos los calcetines y así no saldrá el olor.

- Tiene razón tata - le dice Melesio.

Por su parte, la abuela de Hortensia le dijo:

-Fíjate lo que vas a hacer Tenchita, cuando estén en la cama y te encuentres frente a él, no abras la boca para nada y así no le darás ningún tufazo.

- Pus sí, - dice Hortensia resignada.

Ya en la noche de bodas a Melesio se le ocurrió apagar la luz y se sacó las botas de golpe y se le salieron también los calcetines, entonces empezó a gritar:

- Hortensia, ¿no ves mis calcetines?

Y ella le contesta:

- Mmm, mmm.

En eso él se desespera más y le grita:

- Hortensia contéstame, ¿los viste?

- ¡Que no! - le responde.

- ¡Ay Hortensia, ya te los tragaste!