jueves, 12 de mayo de 2011

Ética profesional

Después de tener sexo con su paciente un médico se encuentra sentado en la silla de su consultorio pensando en lo que había hecho, por lo que su conciencia le repite:

- Pero cómo hice eso... qué vergüenza, he perdido toda la ética profesional.

Al rato de estar culpándose de sus actos, observa que sobre su hombro derecho aparece un diablillo que le dice:

- Escúchame, no seas tonto, hay una cantidad exagerada de médicos que tienen sexo con sus pacientes, que te crees, que eres el único, hazme caso güey, es de lo más natural del mundo.

El médico convencido asiente y le dice:

- Tienes razón, si yo no hice nada malo.

Al terminar de decir eso, en su otro hombro aparece un angelito que le replica al oído:

- ¡No olvides que eres VE-TE-RI-NA-RIO! ¡Veterinario, tarado!

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