Borracho, pero culto

Un político en plena campaña, llega a un pueblo, se para sobre un cajón y comienza su discurso:

- ¡Compatriotas, compañeros, amigos! nos encontramos aquí convocados, reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar o discutir un tópico, tema o asunto trascendente, importante o de vida o muerte, El tópico tema o asunto que hoy nos convoca, es mi postulación a la Intendencia.

Todos aplauden, pero de repente una persona del público le pregunta:

- ¿Por qué utiliza tras palabras para decir lo mismo?

- Pues mire caballero, la primera palabra es para individuos con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, etc.; la segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted; y la tercera es para la gente que tiene un nivel cultural bajo, como por ejemplo, ese borracho que está allí tirado en la esquina.

De inmediato el borracho se levanta y le dice:

- Postulante, aspirante o candidato... ¡hic! Con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece... ¡hic!, puede encaminarse, dirigirse, o irse derechito a perjudicar, molestar o chingar a su progenitora, autora de sus días o su puta madre.
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El peligro del alcohol

En una fiesta se acerca un mesero a ofrecerle más whisky a una muchacha:

- Madame, - le dice el mesero con un tono muy educado - ¿gusta otra copa?

- No, gracias, me hace daño en las piernas.

- ¿Se le adormecen?

- No, ¡se me abren!...
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Colgado en el tendedero

Rodrigo y Alejandra son pacientes en un hospital mental. Un día mientras caminaban cerca de la piscina, Rodrigo saltó y cayó hasta el fondo, donde permaneció inmóvil. Alejandra rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó. Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alejandra, ordenó que se le diera de alta, pues ya estaba mentalmente estable. El director le dijo:

- Alejandra, tengo dos noticias para ti, una buena y una mala. La buena es que ya te dimos de alta, al haberle salvado la vida a otro paciente, has demostrado que eres capaz de responder razonablemente ante una crisis. La mala noticia es que Rodrigo, el paciente a quien le salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata, después de que lo rescataste.

Alejandra, muy sorprendida, le contesta al director:

- No se colgó él, lo colgué yo para que se secara...
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Tres para llevar

Entra un hombre con dos mujeres bien buenas a una pizzería y le dice al encargado en turno:

- Deme tres pizzas, por favor.

- ¿Familiares? - pregunta el encargado.

- No, como cree, son prostitutas y tienen mucha hambre.
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Cara de satisfacción

Llega una chava toda feliz a su casa y le dice su madre:

- ¡Mami, me acosté con mi novio y ya no soy virgen!

Entonces agarra la mamá un limón verde y de dice:

-¡Chúpalo!

- ¿Y eso me va a devolver la virginidad? - pregunta la hija consternada.

- No, pero te quitará la cara de puta satisfecha y viciosa que tienes. Leer chiste completo...

La velita

Va la señora Pérez por la calle Hidalgo, en Guadalajara, cuando de se cruza con el padre Rodríguez, quien le dice:

- Muy buenos días. ¿No es usted la señora Pérez, a quien casé hace dos años?

- Efectivamente padre, ésa soy yo.

- ¿No han tenido niños aún?

- No, padre, todavía no.

-Bueno, la semana próxima viajo a Roma; si quiere, encenderé una vela por usted y su esposo para que puedan tener muchos niños.

-¡Oh, padre! muchas gracias, le estaremos muy agradecidos.

Y ambos siguieron su camino. Años más tarde, se encuentran de nuevo y el sacerdote le pregunta a la mujer:

- Bueno, señora Pérez, ¿cómo se encuentra usted ahora?

- Muy bien, padre. Gracias.

- Por favor dígame, ¿finalmente han tenido niños ya?

- Oh, sí, dos pares de gemelos, una tercia de trillizos, cuatro niños más y actualmente estoy embarazada de otro; cuando nazca este serán 12 en total.

- ¡Bendito sea el señor, qué maravilla! ¿Y dónde está su amante esposo?

- Camino a Roma, a ver si puede apagar la pinche vela que usted encendió.
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Elefante curioso

Un elefante se le queda viendo fijamente a un camello que iba a un lado de él y en eso le pregunta:

- Oye camello, perdona mi pregunta, pero, ¿por qué tienes los pechos en la espalda?

El camello, se voltea hacia el elefante, lo ve de arriba abajo, y le responde en un tono enojado:

- Me extraña y me molesta la pregunta, ¡y más cuando viene de alguien que tiene el pene en la cara!
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