viernes, 13 de mayo de 2011

Doctor práctico

Una mujer hermosa entra a un consultorio con un niño espantoso en los brazos, deforme, lleno de granos y costras. ¡Daba pena verlo! El médico miró a ambos y dijo con emergencia.

- ¡Pase por aquí y quítese la ropa!

- ¡No, doctor, no soy yo! ¡Es mi niño!

- ¡Vamos, señora, desvístase pronto que tengo prisa!

- ¡Doctor, que noooo! ¡Es el niño!

- ¡Qué niño, ni qué niño! tiramos esa porquería a la basura y hacemos uno nuevo ahorita mismo

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